Por Frida Rebollar.
Este jueves, el presidente Donald Trump anunció la imposición de aranceles de hasta 25% a productos de acero y aluminio provenientes de México y Canadá, en un movimiento que busca proteger la industria estadounidense. Sin embargo, esta decisión ha desatado una ola de críticas y el temor de una guerra comercial en la región.
La medida, que entrará en vigor en los próximos días, afecta directamente a dos de los principales socios comerciales de Estados Unidos. México y Canadá han manifestado su rechazo y analizan medidas de represalia. “Es una decisión que va en contra del espíritu de cooperación del T-MEC”, declararon fuentes diplomáticas mexicanas.
Por su parte, economistas advierten sobre posibles alzas en precios de productos esenciales y un impacto negativo en sectores estratégicos, como el automotriz, que depende de cadenas de suministro integradas entre los tres países.
Con estas tensiones, la estabilidad comercial de América del Norte enfrenta un desafío que podría redefinir las relaciones económicas entre estas naciones en el corto y mediano plazo.