Por Lizeth Zarazua

María Luisa nunca pensó que su hija nacería prematuramente en un pequeño hospital de Guatemala sin recursos suficientes para atenderla. “Nos dijeron que no teníamos incubadoras disponibles y que las posibilidades de que sobreviviera eran bajas”, recuerda con tristeza. Sin embargo, gracias a ‘In3ator’, una innovadora incubadora de bajo costo, su bebé logró recibir la atención necesaria para sobrevivir.
Este dispositivo, creado por el ingeniero Pablo Sánchez Bergasa, se ha convertido en una solución para cientos de hospitales en países en desarrollo. Con un costo de apenas 350 euros, en comparación con las tradicionales que alcanzan los 35.000 euros, ‘In3ator’ está salvando vidas en lugares donde antes la mortalidad neonatal era una sentencia. Su diseño innovador permite mantener una temperatura estable, controlar la humedad y proteger a los recién nacidos de infecciones, sin la necesidad de infraestructura costosa.
En hospitales rurales de África y América Latina, donde los equipos médicos suelen ser escasos y las incubadoras tradicionales son inaccesibles, ‘In3ator’ ha hecho posible que miles de familias tengan una esperanza real. “No se trata solo de tecnología, sino de ofrecer esperanza a familias que antes no tenían opciones”, señala Sánchez Bergasa. “Los recién nacidos son los más vulnerables y debemos hacer todo lo posible para garantizar su supervivencia”.
Hasta ahora, 200 unidades han sido distribuidas en más de 30 países, impactando positivamente en comunidades que antes no tenían acceso a esta tecnología. Cada una de estas incubadoras representa una oportunidad de vida para un bebé y tranquilidad para una familia. Con el respaldo de organizaciones humanitarias y fondos de cooperación internacional, ‘In3ator’ podría llegar a miles de hospitales más y cambiar el futuro de muchas generaciones.