Un ciberataque sin precedentes ha afectado a DeepSeek, una empresa emergente en inteligencia artificial, y ha levantado sospechas sobre la posible implicación de uno de sus principales competidores. Aunque OpenAI no ha sido directamente nombrado, las tensiones entre ambas compañías han avivado las teorías.
DeepSeek asegura que ya ha implementado medidas de contención y está colaborando con autoridades para identificar al responsable. Mientras tanto, OpenAI ha negado cualquier relación con el ataque, calificando las acusaciones como infundadas.
Este hecho resalta los riesgos de operar en un ecosistema tecnológico altamente competitivo, donde la seguridad de los datos y la ética empresarial son claves para el éxito.