La dermatitis atópica es una afección cutánea crónica que afecta a muchas personas en distintas etapas de la vida. Para resolver las dudas más comunes, consultamos a Marta Morais, farmacéutica y product trainer de BABÉ, quien explica todo sobre esta condición.
¿Qué es la dermatitis atópica?
Esta afección se caracteriza por piel seca, picor intenso, enrojecimiento y eccemas. “Es una enfermedad crónica que tiene una base genética y afecta la barrera cutánea, facilitando la pérdida de hidratación y la entrada de alérgenos”, explica Morais. A diferencia de otros eccemas, esta condición acompaña al paciente toda su vida, aunque puede mejorar con el tiempo.
Principales factores desencadenantes
Los brotes de dermatitis atópica pueden aparecer por distintos factores externos, entre ellos:
- Uso de jabones fuertes y detergentes.
- Exposición a alérgenos como ácaros y polvo.
- Cambios climáticos bruscos.
- Estrés emocional y ansiedad.
Impacto en la salud de la piel y bienestar general
El picor intenso puede afectar la calidad de vida, generando estrés y dificultades para dormir. “El insomnio por prurito es común en pacientes con dermatitis atópica, lo que puede provocar fatiga diurna y afectar su estado anímico”, señala la experta. Además, los eccemas visibles pueden influir negativamente en la autoestima.
En la infancia, esta afección es especialmente común, con más de la mitad de los casos manifestándose en el primer año de vida. “El impacto no solo es para el niño, sino también para los padres, quienes deben aprender a manejar la condición y adaptar sus rutinas”.
Tratamientos recomendados
“En los brotes severos es fundamental acudir a un médico para evaluar la necesidad de fármacos”, comenta Morais. Sin embargo, la cosmética también juega un papel clave: el uso de cremas hidratantes especializadas ayuda a prevenir nuevos brotes y mantener la piel en buen estado.