By Stephen King es sinónimo de terror, con historias que han dejado una huella imborrable en el género. Pero ahora, uno de sus relatos más inquietantes, The Monkey, está en manos de Disney y Pixar, y la polémica no se ha hecho esperar.
Publicado en 1980, The Monkey es un cuento corto que narra la aterradora historia de un mono de juguete maldito. Cada vez que el muñeco aplaude sus platillos de metal, alguien muere de forma misteriosa. El protagonista, atemorizado, intenta deshacerse del juguete, pero descubre que su influencia es imposible de evitar.
La adaptación cinematográfica de The Monkey fue anunciada con gran entusiasmo por los seguidores de King, pero la emoción se convirtió en confusión al revelarse que Pixar está detrás del proyecto. El estudio, conocido por éxitos como Toy Story y Intensamente, ha modificado la historia original para hacerla más accesible a un público familiar.
El mayor cambio en la trama es la eliminación del terror explícito. En lugar de ser una historia de horror psicológico, Pixar ha transformado The Monkey en una aventura animada sobre la infancia y el poder de la imaginación. Fuentes cercanas a la producción aseguran que el icónico mono de juguete ya no será un objeto maldito, sino un símbolo de los miedos infantiles y cómo los niños pueden enfrentarlos a través de la fantasía.
Este giro ha causado indignación entre los seguidores de Stephen King, quienes consideran que la historia ha sido “despojada” de su esencia. En redes sociales, las reacciones han sido divididas: algunos creen que Pixar tiene la capacidad de crear una historia única con elementos oscuros pero accesibles, mientras que otros piensan que es una traición al material original.
King, conocido por su cercanía con sus fans, aún no se ha pronunciado al respecto. Su historial con adaptaciones es variado, con grandes aciertos y fracasos, pero esta es la primera vez que una de sus obras es llevada a la pantalla por un estudio de animación familiar.
Mientras los seguidores del terror siguen debatiendo sobre si esta adaptación es una oportunidad o un error, la pregunta sigue en el aire: ¿Es posible adaptar el horror de Stephen King a la narrativa de Pixar sin perder su esencia?
