
En su esfuerzo por conectar con un público más joven, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha comenzado a integrar referencias a videojuegos en sus campañas digitales. A través de publicaciones en TikTok y otras plataformas, el partido ha lanzado contenido que toma elementos visuales y conceptuales de títulos populares como GTA: Vice City y Minecraft, además de alusiones a consolas clásicas como las de Nintendo y PlayStation.
Una de las piezas más llamativas muestra un cartel que imita el estilo visual de Grand Theft Auto, replicando la tipografía y estética de ese universo. En otro video, se toma prestado el entorno gráfico de Minecraft, con el mensaje “Todo empieza por un bloque”, un guiño tanto al juego como a la noción política de bloques partidarios.
La estrategia ha provocado opiniones divididas. Algunos usuarios ven con buenos ojos este intento por hablar el idioma de las nuevas generaciones, mientras que otros lo consideran un esfuerzo superficial que no logra establecer una verdadera conexión con la comunidad gamer. Además, varios internautas han señalado la contradicción que representa el uso de videojuegos en campañas políticas, cuando en otros momentos se han promovido iniciativas para regularlos o incluso censurarlos.
A pesar de las críticas, el uso de elementos de la cultura pop y los videojuegos no es exclusivo del PRI. Se trata de una tendencia cada vez más común en la política contemporánea, donde las redes sociales exigen nuevas formas de comunicación. El objetivo es claro: captar la atención en plataformas dominadas por la inmediatez visual, los memes y los códigos culturales compartidos.
En un entorno digital en el que las narrativas tradicionales pierden impacto, los videojuegos aparecen como un canal simbólico con potencial para generar engagement, aunque también con el riesgo de volverse un recurso vacío si no se conecta con autenticidad.