Por Karla Liliana Robles Pedroza
La participación igualitaria en los Juegos Olímpicos no siempre fue una realidad. Aunque hoy en día estamos acostumbrados a ver a atletas mujeres compitiendo en los escenarios más importantes del mundo, la historia revela una brecha significativa en la igualdad de género en el deporte. Según datos de ONU Mujeres, este 2024 marca un hito histórico como el primer año en el que hombres y mujeres participan en cantidades equitativas en los Juegos Olímpicos.
La primera vez que las mujeres pudieron formar parte de los Juegos Olímpicos fue en la edición de 1900, celebrada en París. Este fue un avance significativo, considerando que las Olimpiadas, en el formato que conocemos actualmente, comenzaron en 1896. Sin embargo, la inclusión de las mujeres en el deporte olímpico ha sido un proceso largo y lleno de desafíos.
Desde entonces, ha habido un progreso constante hacia la igualdad de género en los Juegos Olímpicos. Las atletas mujeres han demostrado su valía una y otra vez, y su presencia ha enriquecido enormemente las competencias. A pesar de estos avances, todavía existen desafíos y brechas que superar para alcanzar una verdadera igualdad.
El hecho de que en 2024 hombres y mujeres compitan en cantidades iguales en los Juegos Olímpicos es un triunfo monumental para la igualdad de género en el deporte. Este logro refleja los esfuerzos y las luchas de generaciones de atletas y defensores de los derechos de las mujeres. Es un recordatorio poderoso de lo que se puede lograr cuando se lucha por la equidad y la justicia.