Por Sharon Oropeza
La violencia en Chiapas ha forzado a cientos de personas a cruzar la frontera hacia Guatemala, donde buscan refugio en varios albergues. En el albergue de Ampliación Nueva Reforma, 213 personas están bajo protección. La seguridad en el lugar ha sido reforzada por los Kaibiles, un equipo de élite del ejército guatemalteco, tras la aparición de un dron que generó pánico entre los refugiados.
Según el corresponsal Israel Aldave, el Instituto de Migración de Guatemala y otras autoridades han brindado apoyo médico y psicológico a los desplazados. Aunque el Consulado de México ha visitado el albergue, su intervención ha sido limitada a la recolección de datos sin ofrecer soluciones concretas sobre el regreso a sus comunidades.
Esperanza Luz, una de las refugiadas, relató a Fórmula Noticias cómo ella y su familia abandonaron su hogar en Ametenango el 23 de julio, temiendo por sus vidas. La falta de tiempo les impidió llevar consigo pertenencias importantes, incluyendo documentos. Agradecida por el apoyo guatemalteco, que ha incluido alimentos y ropa, Esperanza y otros refugiados han decidido rechazar la oferta del Consulado de México para trasladarse a Tuxtla Gutiérrez, prefiriendo en su lugar regresar a sus comunidades y recuperar lo perdido.