Por Kathya Contreras
El dolor de Mohammad Abu Al Qumsan se convirtió en una escena devastadora en el Hospital de los Mártires de Al Aqsa, en el centro de Gaza, cuando se derrumbó al enterarse de la muerte de su esposa y sus recién nacidos gemelos en un ataque israelí. Este martes, Al Qumsan, quien horas antes había salido de su hogar en Deir al-Balah para recoger los certificados de nacimiento de sus hijos, recibió la trágica noticia de que un bombardeo había destruido su casa, acabando con la vida de su familia.
Una Tragedia en Medio del Conflicto
Imágenes desgarradoras muestran a Al Qumsan implorando a los funcionarios de salud que le permitieran ver a sus seres queridos, quienes perdieron la vida junto a otras 23 personas en ataques que sacudieron la zona, según reportes del hospital. Jumana, su esposa, quien trabajaba como farmacéutica, y sus gemelos, Aysal y Aser, fueron enterrados tras una oración fúnebre, en medio del consuelo de amigos y familiares que se congregaron en el hospital.
Desplazamientos y Crisis Humanitaria
La ofensiva israelí, iniciada el pasado 7 de octubre en respuesta a los ataques de Hamas, ha desatado una catástrofe humanitaria en Gaza, con casi 40.000 palestinos muertos, incluidos más de 16.400 niños, y más de 92.000 heridos. Según UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, 1,9 millones de personas han sido desplazadas, y la población total enfrenta el riesgo de hambruna y enfermedades debido a la destrucción masiva y las restricciones impuestas por Israel.
La Lucha por Sobrevivir
La guerra en Gaza ha dejado un saldo devastador, especialmente para los niños, quienes se enfrentan a una crisis sin precedentes. Unicef advierte que al menos 17.000 niños han quedado separados de sus familias, mientras que el sistema de salud de Gaza, colapsado por los ataques, apenas logra operar con menos de la mitad de sus hospitales funcionando. La destrucción ha dejado a miles de familias sin hogar, sin medios de subsistencia y sin esperanza, en una guerra que no muestra signos de cesar.
Este trágico episodio es solo uno de los muchos que ilustran el horror que viven los residentes de Gaza, atrapados en un conflicto que ha dejado a la región en ruinas.