Por Samantha Guerrero
La reciente escalada de violencia en Líbano ha generado un fuerte rechazo en la comunidad internacional tras los ataques del Ejército israelí a los cascos azules de la ONU, que Italia ha calificado de posibles “crímenes de guerra”. Este es el segundo día consecutivo en que se reportan bombardeos, lo que aumenta las tensiones en la región.
Detalles del Incidente
La Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (Finul) informó que, en un ataque cercano a la frontera con Israel, dos cascos azules srilankeses resultaron heridos. Este bombardeo se suma a otro ocurrido el día anterior, donde dos efectivos indonesios también sufrieron lesiones tras un ataque israelí en el cuartel general de la Finul. La ONU ha señalado que estos ataques representan “un riesgo muy grande” para la seguridad de sus tropas.
Reacciones de la Comunidad Internacional
Italia ha elevado la preocupación al mencionar la posibilidad de catalogar estos incidentes como “crímenes de guerra”. Francia, por su parte, convocó al embajador israelí para abordar la situación, reflejando la creciente inquietud global sobre la protección de las fuerzas de paz.
Human Rights Watch (HRW) ha solicitado a la ONU iniciar una investigación sobre los ataques, subrayando la urgencia de garantizar la seguridad de los civiles y de los efectivos de la ONU en una región tan conflictiva.
Postura de la ONU
El Secretario General de la ONU, António Guterres, calificó los ataques de “intolerables” y aseveró que no deben repetirse. Desde Laos, donde participaba en una cumbre regional, Guterres condenó enérgicamente los disparos contra las instalaciones de la ONU, afirmando que constituyen una violación del derecho humanitario internacional.
Compromiso de Estados Unidos
El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, también intervino en la crisis, contactando al Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant. Austin hizo un llamado a garantizar la seguridad de las fuerzas de la ONU, lo que pone de manifiesto el interés de Estados Unidos en la estabilidad de la región.
La crisis en Líbano ha puesto en evidencia la fragilidad de la paz en la región, así como la necesidad urgente de proteger a los efectivos de la ONU. Las condenas internacionales y las demandas de investigación resaltan la importancia de mantener un entorno seguro para las fuerzas de paz en su misión de preservar la estabilidad. La comunidad global observa de cerca los acontecimientos, esperando una resolución que promueva la paz en este contexto tan delicado.