By El robot Jennie está equipado con sensores táctiles y puede responder a comandos de voz, emitiendo sonidos que imitan a un cachorro para ofrecer mayor confort
Por Vannia Carmona
Un perro robot terapéutico está transformando la manera en que se aborda el estrés emocional y el cuidado de personas con demencia. Este innovador dispositivo, llamado Jennie, no solo proporciona apoyo emocional, sino que también mejora la calidad de vida de los usuarios al ofrecer compañía constante en su vida diaria.
El diseño de Jennie simula el comportamiento de un cachorro real, permitiendo a los usuarios disfrutar de los beneficios de tener una mascota sin las responsabilidades de su cuidado. Este dispositivo tiene especial relevancia para millones de personas que no pueden tener un animal de compañía por razones de salud, espacio o economía.
Desarrollado por la empresa californiana Tombot, Jennie está dirigido principalmente a personas mayores con demencia o deterioro cognitivo leve, un grupo que supera los 300 millones de personas en todo el mundo, según datos de la empresa. La idea de crear este perro robot surgió de la experiencia personal de Tom Stevens, director de Tombot, quien vivió de cerca las dificultades de su madre al perder a su perro de compañía, lo que agravó su soledad.
Jennie es más que un simple juguete, es un dispositivo terapéutico avanzado que interactúa de manera realista con sus usuarios. Equipado con sensores táctiles, responde a caricias y comandos de voz, emitiendo sonidos propios de un cachorro. Además, cuenta con una aplicación móvil para personalizar las interacciones y registrar datos del dispositivo.
Gracias a la colaboración con Jim Henson’s Creature Shop, Jennie presenta un diseño realista que imita de forma precisa los movimientos y comportamientos de un cachorro vivo. Este robot tiene como objetivo aliviar los síntomas comunes de la demencia, como la ansiedad, la depresión y las alucinaciones.
En el futuro, Tombot planea convertir a Jennie en un dispositivo médico aprobado por la FDA, con capacidades para monitorear la salud de los usuarios de manera remota, enviando alertas sobre caídas o cambios emocionales. Con un costo inicial de 449 dólares, la compañía también trabaja en modelos de suscripción para ampliar el acceso a este innovador dispositivo y mejorar la calidad de vida de las personas mayores, reduciendo la dependencia de tratamientos farmacológicos.
