La crisis entre México y Ecuador ha escalado nuevamente tras un informe emitido por el Ejército ecuatoriano que advierte sobre presuntos atentados en preparación contra el presidente Daniel Noboa, señalando que “sicarios provenientes de México y otros países” estarían involucrados.
En respuesta, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México publicó este sábado un comunicado en el que rechaza categóricamente tales afirmaciones y las califica como “falsas, irresponsables y carentes de fundamento”. El gobierno mexicano también condenó que se utilice a México en “narrativas oficiales” como chivo expiatorio de problemas internos.
El conflicto se da en medio de una ruptura diplomática formal desde que el pasado 5 de abril fuerzas ecuatorianas irrumpieron en la embajada mexicana en Quito para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas, a quien México había otorgado asilo político. La acción fue calificada por México como una violación grave a su soberanía.
La presidenta Claudia Sheinbaum reiteró este miércoles que no habrá diálogo ni restablecimiento de relaciones mientras Noboa permanezca en el poder. “Fue una invasión a nuestra embajada, a nuestra soberanía. No reconocemos su gobierno”, sentenció.

Aunque Daniel Noboa fue declarado ganador en los comicios con una amplia ventaja sobre la candidata Luisa González, tanto México como Colombia han postergado el reconocimiento oficial de su victoria. González denunció irregularidades en el proceso, lo cual retrasó el pronunciamiento de algunos países.
Los informes de observación electoral de la OEA y la Unión Europea admiten desequilibrios en la contienda, incluyendo el hecho de que Noboa no se separó del cargo durante su campaña, el uso opaco de recursos públicos y la realización de las elecciones bajo estado de excepción. Aun así, coinciden en que no existen elementos suficientes para invalidar los resultados.
Pese a la ratificación del triunfo de Noboa, el gobierno ecuatoriano ha declarado “alerta máxima”, intensificando aún más las tensiones con México.