Hablar de comida mexicana es hablar de tacos, moles, tamales… y, por supuesto, de tortas. Este sándwich a la mexicana ha sabido ganarse su lugar en el corazón (y el estómago) del país. Las tortas son prácticas, contundentes, económicas y, sobre todo, sabrosas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde vienen? ¿Siempre han sido tan variadas como ahora? Aquí te contamos cómo un simple pan relleno se transformó en un símbolo nacional de la comida callejera.
El origen: cuando el pan francés llegó a tierras mexicanas
Todo empezó hace más de un siglo. A mediados del siglo XIX, durante la llamada Intervención Francesa, llegaron a México no solo tropas y emperadores, sino también panaderos y recetas europeas. Entre ellas, la baguette, que inspiró el nacimiento del bolillo, un pan crujiente por fuera y suave por dentro, ideal para cargar con todo tipo de rellenos.
El bolillo fue adoptado rápidamente por los mexicanos, y como es costumbre en este país, no tardaron en darle su propio giro. En vez de acompañarlo con mantequilla y mermelada, lo abrieron y lo rellenaron con frijoles, queso, carnes y salsas. Así, sin reglas ni recetas estrictas, nació la torta.
De las fondas a la banqueta: el auge de la torta urbana
Durante buena parte del siglo XX, las tortas vivieron su época dorada. Empezaron a venderse en fondas, mercados y carritos ambulantes, especialmente en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Su éxito no fue casual: las tortas eran rápidas de preparar, llenadoras, baratas y muy adaptables.
Se convirtieron en la comida ideal para estudiantes, trabajadores y cualquiera con poco tiempo y mucho apetito. Además, cada puesto o tortería tenía su propia “receta estrella”, lo que ayudó a crear una enorme variedad regional y local.
Un platillo, mil combinaciones
Una de las grandes virtudes de la torta es que no tiene límites. Mientras tenga pan y algo dentro, puede ser torta. Sin embargo, hay algunas versiones clásicas que se han vuelto icónicas en distintas partes del país:
- Torta de milanesa: Un básico de las torterías urbanas. Carne empanizada, frijoles, lechuga, jitomate, mayonesa y chiles en escabeche.
- Torta ahogada (Guadalajara): Rellena de carnitas y bañada en una salsa de chile o jitomate. Se sirve con cebolla, limón y, a veces, una advertencia: “¡Cuidado, pica!”
- Guajolota (Ciudad de México): Sí, un tamal dentro de un bolillo. Es el desayuno favorito de muchos capitalinos, ideal para acompañar con atole.
- Torta cubana (CDMX): Un exceso delicioso. Lleva jamón, milanesa, salchicha, huevo, queso y lo que el tortero tenga a mano. ¿Su origen? No es cubano, pero su fama sí es enorme.
- Torta de cochinita (Yucatán): Carne de cerdo marinada con achiote y jugo de naranja agria, acompañada de cebolla morada encurtida. Una bomba de sabor.
Más que comida: las tortas como símbolo cultural
Las tortas no solo se comen, también se dicen. Forman parte del lenguaje popular mexicano. Frases como:
- “Una torta bajo el brazo”: Se usa para hablar de buena suerte con la llegada de un bebé.
- “Ya valió torta”: Cuando algo salió mal o fracasó.
- “¡Acá las tortas!”: El grito clásico de los vendedores callejeros, que hoy es parte del sonido cotidiano de las ciudades mexicanas.
Además, existen ferias dedicadas exclusivamente a la torta, como la Feria de la Torta en la alcaldía Venustiano Carranza, donde cada año se presentan tortas gigantes y versiones de todo el mundo. Incluso hay tortas con ingredientes tan inusuales como insectos comestibles, mariscos, chiles en nogada y hasta mole negro oaxaqueño.
Un platillo que sigue evolucionando
A pesar de ser un platillo tradicional, la torta está lejos de ser cosa del pasado. Hoy en día, se siguen creando nuevas combinaciones, y algunas torterías están experimentando con fusiones gourmet: tortas de arrachera con queso azul, de barbacoa con salsa de habanero o versiones veganas con nopales, tofu y frijoles refritos.
Incluso chefs reconocidos han comenzado a reinterpretar la torta en cocinas de autor, llevándola a menús de restaurantes de alto nivel sin perder su esencia popular.
la torta es puro México
La torta mexicana es una muestra clara del ingenio culinario del país: un platillo nacido de la necesidad, elevado por la creatividad, y sostenido por el amor del pueblo. Ya sea de jamón y queso o de chile relleno con aguacate, la torta representa todo lo que la comida mexicana sabe ser: rica, generosa y sorprendente.
¿La mejor parte? Nunca hay una sola manera de prepararla. Cada quien tiene su torta perfecta. ¿Cuál es la tuya?
