Pareciera sacada de una película de ciencia ficción, pero es real. Científicos que exploraban el fondo del océano Pacífico han encontrado una nueva especie de medusa nunca antes documentada por el ser humano. A 3.000 metros de profundidad, donde no llega la luz del sol, esta criatura deslumbra con su propia luz.
La medusa tiene un cuerpo casi invisible, tentáculos extremadamente largos y una bioluminiscencia hipnótica que cambia de tonalidad. Los expertos sospechan que este brillo sirve para confundir a depredadores o para comunicarse con otras especies en las tinieblas marinas.

Este hallazgo es más que una curiosidad: representa una ventana hacia un mundo que apenas empezamos a conocer. Las profundidades oceánicas siguen siendo uno de los ecosistemas más misteriosos del planeta, y esta medusa es prueba de que aún quedan secretos por descubrir.