Por María Carrillo
Boeing, el gigante de la aviación, ha confirmado que despedirá a 17,000 empleados en respuesta a una huelga del sindicato de operarios que ha impactado negativamente sus finanzas. Este anuncio se produce tras la paralización de actividades que comenzó el 13 de septiembre, lo que ha obligado a la empresa a realizar ajustes significativos en su calendario de producción.
Como parte de estas medidas, Boeing también ha decidido finalizar la producción del 767 Freighter en 2027, después de completar los 29 aviones pendientes en su planta de Everett, Washington. Además, la compañía ha retrasado el lanzamiento del 777X, que ahora está programado para 2026 en lugar de 2025. Este cambio se atribuye a la movilización laboral y a la identificación de una pieza defectuosa que ya había complicado las pruebas de vuelo a inicios de este año.
Los despidos afectarán a todas las áreas de Boeing, desde directivos hasta empleados de base. Con 170,000 empleados en todo el mundo, incluidos 66,000 en el estado de Washington, la reducción de personal representa un cambio drástico en la estructura laboral de la empresa.
Boeing se enfrenta a desafíos significativos en un momento crítico para la industria de la aviación, y estos despidos son parte de un esfuerzo mayor para estabilizar sus operaciones y asegurar su sostenibilidad financiera en el futuro.