En Fast & Furious X, Jason Momoa ha sorprendido como villano, explorando un papel distinto a sus habituales interpretaciones heroicas en grandes franquicias. Reconocido mundialmente como Aquaman, su permanencia en el Universo DC bajo la dirección de James Gunn parece asegurada. Pero, curiosamente, Momoa estuvo cerca de formar parte del bando rival: el Universo Cinematográfico de Marvel.
James Gunn consideró al actor hawaiano para dar vida a Drax el Destructor en Guardianes de la Galaxia. Sin embargo, Momoa rechazó el rol, señalando que no le convencía interpretar nuevamente a un personaje similar a los que había encarnado anteriormente, como en Stargate: Atlantis. “No quería repetir la experiencia de ser un extraterrestre que no habla mucho y está cubierto de pintura”, explicó.
A pesar de la decisión, Momoa no se arrepiente. Reconoce que Dave Bautista dio vida a un Drax inolvidable, mostrando un equilibrio perfecto entre comedia y acción. Por su parte, el rechazo le permitió enfocarse en nuevos retos, desde protagonizar Aquaman hasta dirigir su propia película.
El tiempo ha demostrado que ambas elecciones fueron acertadas, consolidando a Bautista como uno de los favoritos de Marvel y a Momoa como un pilar fundamental en el cine de superhéroes.