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La creciente dependencia de la IA en la salud mental juvenil: expertos señalan peligros ocultos
María Dolores Delblanch, psicóloga de larga trayectoria, atendió a un paciente que, tras recibir un diagnóstico del trastorno mental más grave según el DSM-5, decidió consultar a ChatGPT, cuyo diagnóstico difería del suyo. La psicóloga, después de analizar las respuestas del chatbot y detectar los errores cometidos, intentó persuadir al paciente sobre la validez de su diagnóstico profesional, pero no tuvo éxito. “Finalmente lo perdimos porque ChatGPT lo ganó”, reflexiona Delblanch, preocupada por la decisión de su paciente de confiar más en una inteligencia artificial que en su experiencia clínica.
Este fenómeno no es aislado, sino que refleja la creciente utilización de modelos de lenguaje como ChatGPT en diversas tareas, incluida la gestión de problemas emocionales y psicológicos. Foros en línea como Reddit y plataformas sociales como X (anteriormente Twitter) y TikTok son testigos de este fenómeno, con numerosos usuarios compartiendo sus experiencias sobre cómo la IA se ha convertido en un recurso para recibir apoyo emocional. En TikTok, un video viral de una influencer con casi 400.000 seguidores relataba cómo recurría a ChatGPT para manejar sus frustraciones emocionales, obteniendo miles de comentarios y reacciones. En X, un usuario preguntaba: “¿Alguien más utiliza a ChatGPT como psicólogo?”, mientras que en Reddit, otros mencionaban que la IA se había convertido en un apoyo constante para lidiar con la ansiedad.
Esta tendencia está respaldada por datos de una encuesta realizada a más de 1.000 personas en Estados Unidos, que revela que uno de cada cuatro estadounidenses preferiría hablar con una máquina impulsada por IA antes que con un psicólogo si enfrentaran un problema emocional. Además, el 80% de los usuarios que han consultado a ChatGPT sobre cuestiones psicológicas consideran que la herramienta es una alternativa válida a la terapia profesional.
El testimonio de una joven de 21 años ilustra cómo la IA ha sido utilizada para resolver dilemas personales. Después de recibir consejos contradictorios de sus amigas sobre su relación con un chico, la joven decidió preguntar a ChatGPT, quien, tras analizar sus conversaciones previas, concluyó que la relación no era saludable. Esta recomendación le permitió tomar la decisión de poner fin a la relación.
Aunque algunas experiencias de usuarios parecen positivas, expertos como Vanessa Fernández, doctora en psicología por la Universidad Complutense de Madrid, advierten que las herramientas como ChatGPT no pueden sustituir la atención profesional. “Una máquina no tiene la capacidad de ofrecer la empatía y la conexión emocional que un psicólogo puede brindar”, explica Fernández, destacando que la dependencia excesiva de la IA podría agravar problemas como la depresión, aumentando la sensación de aislamiento.
Por otro lado, algunos estudios clínicos, como uno reciente publicado en el International Journal of Psychiatric Trainees, sugieren que ChatGPT podría complementar el cuidado de salud mental en ciertos contextos. Este estudio piloto, realizado con un pequeño grupo de pacientes psiquiátricos, encontró que aquellos que recibieron sesiones de terapia con la IA reportaron mejoras significativas en su calidad de vida y una alta satisfacción con el servicio.
El estudio también resalta la creciente brecha en el acceso a servicios de salud mental debido a la escasez de profesionales. En este contexto, ChatGPT podría jugar un papel complementario al proporcionar apoyo emocional a aquellos que no pueden acceder a la atención psicológica tradicional. Al respecto, la propia inteligencia artificial expresó: “Mi uso refleja la urgente necesidad de sistemas de salud más accesibles y sostenibles. En un mundo ideal, debería complementar, no reemplazar, la terapia humana”.
Este fenómeno pone de manifiesto el desafío de equilibrar las soluciones tecnológicas con la intervención humana en el ámbito de la salud mental. Mientras que la IA puede servir como un apoyo accesible y útil, la orientación profesional sigue siendo esencial para un tratamiento adecuado y empático.
