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La incertidumbre rodea a Red Bull Racing tras las últimas carreras de la temporada, donde el rendimiento del equipo y de sus pilotos ha generado preocupación en la directiva. Uno de los puntos más críticos es el desempeño de Liam Lawson, quien, tras asumir el asiento que dejó Sergio Pérez, no ha logrado cumplir con las expectativas.
Según reportes de medios internacionales como Motorsport.com y RacingNews365, Red Bull está considerando hacer cambios en su alineación tan pronto como en el Gran Premio de Japón, lo que pondría fin a la estancia de Lawson en el equipo principal. En su lugar, Yuki Tsunoda aparece como el candidato ideal para ascender desde Racing Bulls y convertirse en compañero de Max Verstappen.
Los problemas de Red Bull: más allá de los pilotos
Si bien la falta de resultados de Lawson ha sido evidente, la crisis de Red Bull parece ir más allá de un solo piloto. La escudería ha mostrado problemas de rendimiento con el RB21, su monoplaza de esta temporada, lo que ha afectado incluso a Verstappen en algunas sesiones de clasificación y carrera.
Helmut Marko, asesor del equipo, confirmó que esta semana se llevará a cabo una reunión en Milton Keynes para evaluar tanto el desempeño de Lawson como las dificultades que enfrenta el RB21.
“Tenemos que analizar cuándo y cómo podemos cerrar la brecha que nos separa del rendimiento óptimo. No solo se trata de un piloto, sino de todo el equipo”, declaró Marko a Sky Alemania.
Por su parte, Christian Horner, director del equipo, aseguró que aún no hay decisiones tomadas sobre Lawson, pero que se evaluarán todas las opciones disponibles antes de hacer un anuncio oficial.
¿Qué pasará con Liam Lawson?
Si Lawson es finalmente sustituido, su futuro en la Fórmula 1 quedará en duda. Aunque podría regresar a Racing Bulls, su continuidad dependerá de otros factores, como la permanencia de Daniel Ricciardo en el equipo. Otra alternativa sería mantenerse como piloto de reserva de Red Bull, a la espera de una nueva oportunidad en la categoría.
Mientras tanto, el Gran Premio de Japón se convierte en una prueba de fuego para la escudería y sus pilotos. Red Bull deberá tomar decisiones clave que podrían redefinir su alineación y su estrategia para el resto de la temporada.
