Aunque las exportaciones de vino chileno han enfrentado una desaceleración en el último año, hay una cepa que no deja de brillar: el Sauvignon Blanc. En el marco del Día Internacional del Sauvignon Blanc, celebrado cada mayo, esta variedad blanca vuelve a destacarse por su calidad, frescura y proyección global.
Desde los valles costeros de Casablanca hasta las tierras altas del Elqui, Chile ha logrado posicionarse como uno de los grandes productores de Sauvignon Blanc en el hemisferio sur. Su perfil aromático intenso, con notas herbales, cítricas y tropicales, sigue conquistando mercados exigentes como Estados Unidos, Europa y Asia.

Este día no solo rinde homenaje al vino en sí, sino que reconoce la resiliencia de una industria que, a pesar de los desafíos logísticos y comerciales, continúa innovando y ofreciendo productos de alta gama. El Sauvignon Blanc representa hoy una esperanza para el impulso de las exportaciones y el renacer del vino blanco chileno.