Fallece José Mujica, símbolo global de la izquierda y la lucha social

Fallece José Mujica, símbolo global de la izquierda y la lucha social

José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay y una de las figuras más emblemáticas de la izquierda latinoamericana, falleció este martes a los 89 años debido a un cáncer de esófago. Su muerte representa una pérdida significativa para la política uruguaya y para millones de personas en el mundo que lo admiraron por su sencillez, coherencia y compromiso con la justicia social.

Nacido en Montevideo en 1935, Mujica dedicó su vida a la lucha por un país más justo e igualitario. Desde joven se involucró en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), una guerrilla urbana que combatía la represión durante la dictadura militar en Uruguay. Su militancia le costó casi 15 años de prisión, muchos de ellos en condiciones extremas y de aislamiento. Años después, reflexionaría sobre ese período diciendo que “después de la pena de muerte, la soledad es uno de los castigos más duros”.

Con el regreso de la democracia en 1985, Mujica dejó las armas y se integró a la política institucional como parte del Frente Amplio. Su carisma, autenticidad y cercanía con la gente lo convirtieron rápidamente en una figura destacada dentro de la coalición. Fue elegido diputado en 1994, senador en 1999 y, en 2009, presidente de la República, cargo que ocupó entre 2010 y 2015.

Durante su mandato, Uruguay fue reconocido internacionalmente por avanzar en políticas progresistas como la legalización del matrimonio igualitario, la regulación del cannabis y una profunda reforma educativa y social. Pero más allá de sus logros políticos, lo que hizo de Mujica un líder único fue su forma de vivir. Rechazó los privilegios del poder, mantuvo su estilo de vida austero, vivió en su pequeña chacra en las afueras de Montevideo y donó la mayor parte de su salario a causas sociales. Su viejo Volkswagen Beetle se convirtió en un símbolo de su autenticidad.

José Mujica trascendió la política uruguaya para convertirse en una figura global admirada por su integridad, humildad y compromiso con los valores democráticos. Su legado quedará como testimonio de que es posible hacer política desde la coherencia, la sencillez y el servicio al pueblo.

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