El 16 de mayo de 2025, la emblemática Arena Ciudad de México fue testigo de una de las presentaciones más significativas de este año: la llegada del legendario grupo Chicago con su tour internacional “Live Concert”. En una época donde las tendencias musicales cambian constantemente, presenciar un espectáculo de una banda con más de 50 años de trayectoria resulta una experiencia casi espiritual. Y es que Chicago no es cualquier grupo: son pioneros, son leyendas y siguen siendo una fuerza musical imponente.


Desde su formación en 1967, Chicago ha revolucionado el rock al integrar de forma sofisticada los metales en su estructura sonora. La presentación en CDMX fue la prueba fehaciente de que esa fórmula no solo sigue vigente, sino que conmueve más que nunca. Con un escenario sobrio pero imponente, la banda apareció y desde el primer tema dejó claro que su energía permanece intacta.
Canciones como “Old Days”, “Make Me Smile” o “Just You ’n’ Me” cobraron una vida nueva en el recinto. Cada uno de los músicos mostró una maestría impecable en su ejecución, pero fueron los trompetistas, saxofonistas y trombonistas quienes robaron cámara. Sus intervenciones solistas, sus diálogos melódicos y su poder sonoro marcaron la diferencia en un show donde lo instrumental es tan protagonista como la voz.


La producción cuidó cada detalle. La iluminación, sincronizada con los clímax de las canciones, y las pantallas gigantes que proyectaban imágenes de archivo, reforzaron la narrativa del concierto como una celebración de legado. Hubo momentos para la reflexión, como cuando dedicaron “Hard to Say I’m Sorry” a quienes ya no están, y momentos de desborde, como el final con “25 or 6 to 4”, que levantó a todos de sus asientos.

No fue un concierto más. Fue un evento que reafirmó el valor del virtuosismo, la historia y la calidad musical en vivo. Fue una noche donde la música no solo sonó: respiró, caminó, abrazó. Y en un país como México, que sabe de pasiones intensas, Chicago encontró el eco perfecto para seguir dejando huella.