En el corazón vibrante de Coyoacán, donde las calles empedradas cuentan historias y el aire bohemio lo envuelve todo, ha nacido un bar que va más allá de lo convencional. Su nombre es Carmín, y lo que ofrece no es solo una salida nocturna, sino una experiencia inmersiva entre lo oscuro, lo elegante y lo inesperado.
Un espacio que parece salido del cine
Carmín se ubica en Malintzin 155, en la tradicional colonia Del Carmen. Desde la entrada, su estética intriga: una fachada discreta con un diablo dibujado anticipa que lo que hay adentro no es un bar cualquiera. Una vez dentro, el ambiente te envuelve con luces rojas intensas, grandes espejos que amplifican la sensación de otro mundo, y azulejos azules que contrastan con un diseño cargado de misterio.
La mente detrás de este escenario es Maye Ruiz, arquitecta y diseñadora mexicana que se inspiró en la película Suspiria (2018) de Luca Guadagnino. El rojo profundo, casi hipnótico, y la atmósfera sobrenatural del filme sirvieron como guía para crear este espacio que mezcla arte, nostalgia y una sensación latente de magia o peligro.
Cócteles que rompen las reglas
En la barra, Esteban Cabrera se encarga de transformar combinaciones inesperadas en tragos memorables. La coctelería de autor de Carmín destaca por su creatividad y por su capacidad para sorprender desde el primer sorbo.
Algunas de las bebidas más singulares de la carta:
- Cream Coco-Nut: ron y coco en fat wash, orgeat, piña, amaro y averna.
- Heresy of Infidels: mezcal con jugo de toronja, cilantro y un toque de pimienta.
- Manzanilla: vino blanco con shrub de té de limón y jugo cítrico.
- Les Bulles: tequila con prosecco, shrub de vino rosado y vermouth bianco.
- Spain is a shit: whisky irlandés, oporto, miel, infusión de frutos rojos y campari.
- It’s not watermelon: mezcal, cordial de fresa y limón fresco.
Y para los amantes de lo clásico, hay cocteles como el Martinez, Negroni, Clover Club, Penicillin, Paper Plane y Bloody Mary, ejecutados con precisión y respeto por la tradición.
Opciones sin alcohol con el mismo espíritu creativo
Carmín también ofrece una selección de mocktails que mantienen el mismo cuidado en sabor, textura y presentación. Ideales para quienes quieren disfrutar del ritual del cóctel sin necesidad de alcohol.
- Un becerrito: cerveza sin alcohol con shrub de pepino, chile serrano y limón.
- Tropical Salsa: combinación de piña, maracuyá y cítricos.
- Terciopelo: mezcla de arándano con cardamomo y vainilla.
- Piña con chilito: piña, apio, frambuesa y chamoy de fresa.
Para acompañar, bocados con carácter
El menú de comida está diseñado para complementar la experiencia sin robarle protagonismo a los tragos. Entre las opciones para picar se encuentran:
- Papas bravas
- Montaditos con pan tomate
- Montado de tabule con jocoque y zaatar
- Tostadas de atún con alioli de chipotle
Perfectos para compartir entre amigos o acompañar una noche larga de coctelería.
Música noventera en un ambiente que trasciende el tiempo
Por las noches, el espacio cobra vida con DJ sets que rescatan lo mejor del pop de los noventa. La música, combinada con la iluminación roja y los reflejos infinitos de los espejos, crea un efecto envolvente que te transporta a otra época, mientras sostienes un trago único en la mano.
Carmín no es solo un bar: es una atmósfera, una experiencia estética, un ritual moderno en un escenario inspirado por el cine, el arte y la alquimia de la mixología. Un lugar perfecto para quienes buscan algo más que una copa: buscan una historia que contar.
Dirección: Malintzin 155, Del Carmen, Coyoacán, CDMX
Instagram: @carminbar
