Por Sharon Oropeza
Los Juegos Olímpicos de París 2024 culminaron con una explosión de talento musical que marcó el inicio de la cuenta regresiva hacia Los Ángeles 2028. En un evento lleno de estrellas, la ceremonia de clausura no solo celebró los logros deportivos, sino que también destacó el poder de la música para unir al mundo.
La primera en encender la chispa fue Billie Eilish, la joven prodigio que ha conquistado el mundo con su estilo único y su voz etérea. En el escenario de Venice Beach, Billie ofreció una interpretación íntima de “Birds of a Feather”, seguida de “The Greatest”. Con su hermano Finneas a su lado, la artista capturó la esencia de la transición entre París y Los Ángeles, infundiendo a la ceremonia un tono emocional que resonó profundamente con el público.
El relevo musical lo tomó Snoop Dogg, un ícono de la cultura californiana. Su actuación, que incluyó el clásico “The Next Episode” junto a Dr. Dre, fue un tributo a la historia del rap en la costa oeste. Snoop continuó con “Drop It Like It’s Hot”, un tema que se ha convertido en un himno del hip-hop moderno. Su presencia en la ceremonia subrayó la conexión entre París y Los Ángeles, uniendo dos ciudades en una sola celebración del talento y la cultura.
Finalmente, los Red Hot Chili Peppers pusieron el broche final con su electrizante actuación de “Can’t Stop”. La banda, que ha sido un pilar en la escena del rock durante décadas, encapsuló la energía y la pasión que se espera de Los Ángeles en 2028. Su música, llena de vida y energía, fue la manera perfecta de cerrar la ceremonia, dejando a todos con la anticipación de lo que vendrá en los próximos Juegos Olímpicos.
Con estas actuaciones, Billie Eilish, Snoop Dogg y Red Hot Chili Peppers no solo clausuraron los Juegos de París 2024, sino que también encendieron la chispa que iluminará el camino hacia Los Ángeles 2028, dejando un legado musical que perdurará en la memoria de todos los que vivieron este momento histórico.