By La HP OmniBook 800CT, lanzada en 1997, fue un intento por parte de la empresa para destacar en el mercado de las laptops con una característica única: un mini ratón integrado directamente en la laptop. Sin embargo, la idea rápidamente se convirtió en un fracaso. El ratón era tan pequeño e incómodo que no pudo cumplir su función, lo que llevó a los usuarios a rechazarla.
A pesar de ser una idea novedosa en su tiempo, el mini ratón era casi imposible de usar. La precisión era mínima y la ergonomía inexistente. Además, la alta velocidad de procesamiento de la época no ayudaba a que el ratón fuera lo suficientemente eficiente como para competir con los modelos tradicionales. A lo largo de los años, este fallo se ha convertido en un recordatorio de que no todas las innovaciones tecnológicas logran su propósito.
Hoy, el mini ratón de la HP OmniBook sigue siendo recordado como un ejemplo de innovación que no funcionó como se esperaba, pero también es una lección para las generaciones futuras de ingenieros y diseñadores de tecnología. La historia de esta laptop, con su funcionalidad fallida, demuestra que a veces las buenas ideas no se traducen en la práctica.
