By Por Valeria Vázquez
La música pop tiene una nueva estrella, y su nombre es Chappell Roan. La cantante no solo ha cautivado con su sonido teatral y su presencia escénica, sino que también ha usado su plataforma para hablar sobre temas importantes en la industria. Al recibir su Grammy a Mejor Artista Revelación, exigió que los sellos discográficos proporcionen salarios justos y seguro de salud a sus artistas, un mensaje que ha resonado con muchos dentro y fuera del mundo de la música.
Pero su éxito no ha sido inmediato. Tras ser rechazada por un sello discográfico en sus inicios, Roan pasó años trabajando en empleos cotidianos antes de ganar reconocimiento con éxitos como Pink Pony Club y Good Luck, Babe! Hoy, con una estética vibrante y un sonido que desafía las normas del pop, se ha convertido en una de las figuras más emocionantes del momento.
Su estilo extravagante y su identidad queer la han convertido en un ícono para sus seguidores. Desde llevar una armadura a los VMAs hasta pedir respeto a los fotógrafos en la alfombra roja, Roan no teme decir lo que piensa ni marcar sus propios límites en la industria. Su autenticidad la diferencia y le da una proyección de largo plazo.
Chappell Roan no es solo una moda pasajera: es el futuro del pop, y ha llegado con fuerza para quedarse.
