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Por Luis Duran
Elon Musk, a través de un consorcio liderado por él, ha ofrecido 97.400 millones de dólares para adquirir la fundación que controla OpenAI, según informó The Wall Street Journal. Esta oferta llega meses después de que Musk demandara a la startup de inteligencia artificial debido a desacuerdos sobre su conversión en una empresa con fines de lucro. El conflicto entre Musk y Sam Altman, CEO de OpenAI, ha escalado tanto en lo personal como en la visión sobre el futuro de la IA.
La oferta está muy por debajo de la valoración de OpenAI, estimada en 300.000 millones de dólares, lo que la convierte en una provocación. Altman respondió con ironía en X (antes Twitter), ofreciéndole a Musk comprar la red social por 9.740 millones de dólares. Musk, en su habitual tono desafiante, replicó con un juego de palabras llamando a Altman “Scam Altman”.
La relación entre ambos emprendedores fue en el pasado mucho más cordial, pues fundaron OpenAI en 2015 como una organización sin ánimo de lucro. Sin embargo, en 2019, Altman creó una subsidiaria con fines comerciales, atrayendo inversores como Microsoft y llevando a OpenAI a liderar el sector de la IA con herramientas como ChatGPT. Actualmente, la empresa busca consolidarse como una corporación con una estructura híbrida.
El abogado Marc Toberoff, que representa a inversores, ha declarado que si OpenAI se convierte en una empresa con fines de lucro, debe compensar justamente a la organización benéfica que cede el control sobre una de las tecnologías más transformadoras del momento. También exigió que OpenAI regrese a su modelo de código abierto y enfoque en la seguridad.
El distanciamiento entre Musk y Altman también se refleja en el ámbito político. Mientras Musk ha mostrado su apoyo a Donald Trump y ha sido su mayor donante, Altman firmó un acuerdo en la Casa Blanca con Oracle y SoftBank por 500.000 millones de dólares para impulsar la IA en los próximos cuatro años. Este acuerdo, llamado Stargate, fue firmado en la presencia de Trump y otros líderes tecnológicos, a pesar del descontento de Musk.
El conflicto entre Musk y OpenAI también se libra en los tribunales. Musk ha interpuesto demandas contra OpenAI, acusándola de traicionar su propósito original al centrarse en el beneficio económico y alinearse con Microsoft. Sostiene que OpenAI se ha convertido en una subsidiaria de facto del gigante tecnológico, desarrollando IA avanzada para maximizar sus beneficios en lugar de beneficiar a la humanidad. Paradójicamente, xAI, la propia empresa de IA de Musk, sí busca el lucro.
En este contexto, Musk ha criticado el proyecto Stargate, asegurando que SoftBank no tiene asegurados los 500.000 millones comprometidos. Sin embargo, informes indican que la firma japonesa está en negociaciones para invertir entre 25.000 y 40.000 millones de dólares en OpenAI, lo que la convertiría en su mayor patrocinador, superando los 13.000 millones aportados por Microsoft.
Este conflicto refleja no solo una lucha de poder entre dos de las figuras más influyentes del mundo tecnológico, sino también una disputa más amplia sobre el futuro y la regulación de la inteligencia artificia
