En México, la tostada francesa, mejor conocida como pan francés, es un clásico desayuno que convierte una simple rebanada de pan duro en un bocado dulce y reconfortante. Su popularidad se ha extendido gracias a su sencillez y sabor.
Aunque en otros países como España se le llama torreja o tostada francesa, su origen se remonta a la Europa Medieval, cuando se buscaban formas ingeniosas de reutilizar el pan duro. En Francia, se le conocía como tostées dorées (tostadas doradas), un nombre que describe perfectamente su apariencia.
La receta tradicional utiliza baguette dura, cortada en rebanadas gruesas y remojada en una mezcla de huevo, leche y, en ocasiones, vainilla. Al freírla en mantequilla, adquiere una textura crujiente por fuera, mientras que su interior permanece suave y esponjoso. Finalmente, se endulza con azúcar, miel o almíbar, haciéndola un desayuno completo y delicioso.
Ingredientes:
- 1 baguette dura y seca
- 90 g de mantequilla sin sal
- 5 huevos
- 100 ml de leche (evaporada o entera)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
- 150 g de azúcar granulada o miel de abeja
Preparación:
- En un tazón, casca los huevos y asegúrate de retirar cualquier cáscara.
- Añade la leche y la esencia de vainilla, y bate bien hasta obtener una mezcla homogénea.
- Cuela la mezcla para eliminar grumos si es necesario.
- Corta la baguette en rebanadas de 2 cm de grosor.
- Sumerge cada rebanada en la mezcla, dejando que absorba bien por al menos dos minutos.
- En una sartén grande a fuego medio, derrite un poco de mantequilla.
- Dora las rebanadas de pan remojadas en la sartén, volteándolas para que se cocinen uniformemente por ambos lados.
- Retira del fuego y espolvorea azúcar granulada para un toque crujiente o vierte miel de abeja para un acabado suave y dulce.
Este platillo es ideal para los fines de semana, cuando buscas un desayuno especial que combine practicidad y tradición. ¡Prepáralo y deja que su delicioso aroma llene tu cocina!