Provocar a Naoya Inoue nunca es buena idea, como lo comprobó Ye Joon Kim este viernes en Tokio. El campeón japonés resolvió la pelea en el cuarto asalto con un derechazo devastador que dejó al surcoreano fuera de combate.
Kim aceptó el reto tras la retirada del australiano Sam Goodman, quien sufrió una recaída en una lesión ocular. A pesar de la presión, Inoue mostró su calidad, logrando su tercer triunfo como campeón indiscutido de peso supergallo.
Con este resultado, Inoue se prepara para su próxima pelea en Las Vegas, una ciudad que no pisa desde 2021, cuando derrotó a Michael Dasmariñas.