By ¿Taco, quesadilla o un híbrido único? No importa cómo las definas, las gringas son uno de los antojos más icónicos de las taquerías mexicanas. Este manjar, que combina tortilla de harina, carne al pastor y queso derretido, se ha ganado el título de reina de la comida callejera. Pero, ¿sabes realmente de dónde viene y por qué se llama así?
El Origen del Sabor
Las gringas surgieron como una variante creativa del taco al pastor, el favorito indiscutible de los mexicanos. La llegada de la carne al pastor a México, traída por inmigrantes libaneses en Puebla, revolucionó el concepto del taco tradicional. Años después, el ingenio mexicano transformó la experiencia: queso fundido y tortilla de harina se unieron para crear un platillo irresistible.
La Historia Detrás del Nombre
Existen varias teorías sobre por qué se les llama “gringas”. Una leyenda apunta a que el nombre nació en la Ciudad de México, en la famosa taquería “El Fogoncito”. En su sucursal de la colonia Anzures, muy frecuentada por extranjeros, los clientes pedían tacos con tortilla de harina porque no querían usar la tortilla de maíz, creyendo que manchaba sus dientes. Al añadir queso, este platillo llamó tanto la atención de los comensales locales que lo empezaron a pedir como “tacos a la gringa”.
Otra teoría sugiere que el nombre hace referencia al color blanco de la tortilla de harina, que recordaba al tono de piel de los estadounidenses. Sea cual sea la verdadera historia, las gringas son un ejemplo de la versatilidad y creatividad de la cocina mexicana, donde lo tradicional se mezcla con lo innovador.
Una Explosión de Sabores
El éxito de las gringas radica en su combinación perfecta: la suavidad de la tortilla de harina, el queso derretido que envuelve cada bocado y el toque único de la carne al pastor. Este platillo es más que una comida; es una experiencia que representa la riqueza culinaria y cultural de México.
