El presidente Gustavo Petro ha logrado una importante victoria legislativa con la aprobación en la Cámara de Representantes de la reforma a la salud, uno de los proyectos más ambiciosos de su Gobierno. Con esta decisión, la iniciativa avanza a la Comisión Séptima del Senado, donde deberá superar un nuevo debate para convertirse en ley. La reforma busca transformar el sistema de salud colombiano, garantizando el acceso universal y eliminando la intermediación financiera en los tratamientos médicos.
El proyecto, que había permanecido estancado desde diciembre, obtuvo el respaldo mayoritario gracias a la intervención del nuevo ministro del Interior, Armando Benedetti, quien logró negociar el apoyo de los partidos Liberal, Conservador y de la U. Estos acuerdos incluyeron la asignación de cargos estratégicos en el Gobierno a miembros de estas colectividades, lo que facilitó la construcción de una coalición favorable a la iniciativa. Con 94 votos a favor en los artículos más sensibles, la reforma superó una de sus principales barreras en el Congreso.
Entre los cambios propuestos, la reforma plantea la eliminación del modelo actual basado en Entidades Promotoras de Salud (EPS), las cuales serán transformadas en gestoras encargadas únicamente de auditar los cobros de los prestadores de servicios. Asimismo, la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) asumirá un papel central en la distribución de los recursos, convirtiéndose en un banco público que realizará los pagos directos a clínicas y hospitales. También se contempla la creación de los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS), que facilitarán el acceso a servicios médicos preventivos.
El debate en la Cámara de Representantes no estuvo exento de críticas. Andrés Forero, representante del Centro Democrático, denunció que la aprobación de la reforma se debió a presiones políticas más que a un debate técnico. Por su parte, Caterine Juvinao, del Partido Verde, cuestionó la eliminación del artículo 42, el cual proponía que la elección de gerentes de hospitales públicos se hiciera por meritocracia y no por designación política.
Si el Senado aprueba la reforma, se implementará un nuevo modelo de salud en Colombia que busca reducir costos y mejorar la calidad del servicio. Sin embargo, el desafío aún es grande, pues la Comisión Séptima del Senado ya rechazó una versión previa del proyecto el año pasado. Con el respaldo de una coalición fortalecida y la presión del Gobierno, el destino de la reforma se definirá en los próximos debates legislativos.