By El exdirector técnico Leo Beenhakker falleció este viernes a los 82 años. A lo largo de su carrera dejó una huella importante tanto en el fútbol europeo como en el mexicano, dirigiendo a equipos como el Real Madrid, Feyenoord, Ajax, América y Chivas.
Aunque como futbolista no logró destacar, su trayectoria como entrenador fue muy distinta. Según sus biógrafos, Beenhakker comenzó su carrera como estratega en la década de los setenta, al frente del Go Ahead Eagles. Posteriormente, asumió la dirección técnica del Ajax, donde conquistó la Copa de los Países Bajos.
En los años ochenta emigró a España para dirigir al Zaragoza y más tarde regresó a los Países Bajos para dirigir al Volendam. Su etapa más exitosa llegó con el Real Madrid, donde ganó títulos de liga, la Supercopa de España y la Copa del Rey. En ese club dirigió a figuras como Emilio Butragueño, Míchel González, Fernando Hierro, Bernd Schuster y el mexicano Hugo Sánchez.
En los años noventa, Beenhakker llegó al fútbol mexicano con el Club América, donde se recuerda especialmente por el fichaje de la dupla africana compuesta por François Omam-Biyik y Kalusha Bwalya. También dirigió a jugadores mexicanos como Luis Roberto Alves “Zague”, Juan Hernández, Raúl Rodrigo Lara, Joaquín del Olmo y un joven Cuauhtémoc Blanco. Su propuesta táctica fue innovadora para el fútbol nacional.
En México también tuvo un paso por las Chivas, consolidando su conexión con el fútbol del país. A nivel internacional, dirigió a las selecciones de Países Bajos —con las que participó en el Mundial de Italia 1990—, Trinidad y Tobago —a quienes llevó al Mundial de Alemania 2006—, y Polonia.
Leo Beenhakker será recordado por su carácter, visión táctica y por haber dejado una marca profunda en varios equipos y selecciones del mundo.
