
Carlos Sainz atraviesa una etapa de transición en su carrera, y no se esconde. Tras un arranque de temporada con altibajos en Williams, el piloto español dejó en claro que las críticas por su rendimiento no le afectan, y reafirmó su confianza en el proyecto que eligió para el futuro.
Durante la rueda de prensa previa al Gran Premio de Baréin, Sainz fue tajante: “Si esperás ver lo mejor de Carlos Sainz en tres carreras en un coche nuevo, no entendés muy bien este deporte”.
Con esa frase, dejó clara su postura. El madrileño explicó que aún está adaptándose al monoplaza de Williams, muy diferente al Ferrari con el que compitió en los últimos años. “El Ferrari tenía un comportamiento que activaba la memoria muscular; ahora, bajo presión y en condiciones cambiantes, hay que reaprenderlo todo”, detalló.
Además, subrayó lo fino que es el margen entre un buen y mal fin de semana en la Fórmula 1 actual:
“Si no lográs una buena vuelta en Q2, te vas al puesto 12 en lugar del 9. Todo está muy apretado”.
El proyecto Williams, una elección estratégica
Pocos días antes, Williams Racing oficializó la llegada de Sainz para 2025 con un contrato de dos años y opción de extensión. El español formará dupla con Alex Albon en una escudería que busca volver a los primeros planos, con la mira puesta en el gran cambio reglamentario de 2026.
Aunque otras escuderías como Audi, Mercedes o Alpine estuvieron en su radar, Sainz eligió un camino distinto. Según él, lo más importante fue encontrar un equipo con ambición, visión a largo plazo y un plan sólido de crecimiento:
“Me tomé mi tiempo para decidir. Quiero ser parte de un proyecto serio, que construya desde hoy lo que vendrá en 2026”.
Desde Williams, celebraron la incorporación del español: lo consideran una pieza clave en la reconstrucción del equipo y valoran su experiencia, consistencia y capacidad de liderazgo.
Un piloto con las ideas claras
Sainz sabe que los resultados llegarán, pero también entiende que el camino requiere paciencia. Su mensaje fue claro: no se trata de hacer milagros inmediatos, sino de construir un rendimiento sólido y duradero.
Con el número 55 aún en su monoplaza, Carlos se prepara para escribir un nuevo capítulo en su carrera. La presión, como siempre, estará presente. Pero él ya dio el primer paso: confiar en sí mismo y en el proyecto que eligió.