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El esperado estreno de Final Fantasy XVI en Xbox Series X no ha salido como muchos esperaban. Diversos análisis técnicos, como los de Digital Foundry, revelan que el port para la consola de Microsoft presenta serias limitaciones gráficas frente a la versión de PS5, generando críticas por la baja calidad visual, sobre todo en el modo Rendimiento.
En este modo, diseñado para priorizar los 60 cuadros por segundo, la resolución en Xbox cae hasta los 720p nativos, una cifra sorprendentemente baja para el hardware de la consola. Aunque se mantiene una fluidez estable gracias al uso del escalado FSR1, la imagen final luce borrosa y con pérdida de detalle. En comparación, la versión de PS5 logra 1080p en ese mismo modo con resultados visuales mucho más sólidos.
Las diferencias también se notan en el modo Calidad, que limita el juego a 30 FPS. En Xbox, la resolución ronda los 1200p dinámicos, mientras que en PS5 se acerca más a los 1440p, con mejor definición, sombras más completas y un entorno visual más cuidado.
Un análisis de Tech4Gamers estima que la diferencia gráfica en el modo Rendimiento puede ser de hasta un 55 % a favor de PS5, y de un 28 % en el modo Calidad. Además, los expertos señalan que Xbox recurre a una reducción notable de elementos como follaje y sombras para compensar el rendimiento, lo que impacta directamente en la inmersión del juego.
A pesar de que Final Fantasy XVI corre con fluidez en Xbox Series X, muchos jugadores consideran que el sacrificio gráfico es excesivo. El uso de tecnologías de escalado más antiguas, como FSR1 en lugar de FSR2, ha generado aún más dudas sobre el cuidado que recibió este port.
Hasta el momento, Square Enix no ha anunciado parches o mejoras para abordar estas diferencias, dejando a los usuarios de Xbox con una versión funcional, pero claramente inferior.
