El año 2000 marcó un hito en la música popular estadounidense, desde los éxitos de Christina Aguilera con “What a Girl Wants” hasta el reinado de Destiny’s Child con “Independent Woman”, pero fue Faith Hill quien destacó con “Breathe”, la primera canción country en décadas en llegar a la cima, inspirando a futuras estrellas como Taylor Swift.
Sin embargo, este año también señaló un cambio en la complejidad melódica de la música pop, según un estudio reciente publicado en la revista Nature por investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres. Madeline Hamilton y Marcus Pearce analizaron las canciones que han dominado el top cinco de la lista Billboard desde los años 50 hasta la actualidad, identificando dos períodos clave de declive en la complejidad: 1975 y el año 2000.
El estudio sugiere que, aunque la complejidad de las melodías populares ha disminuido, esto no implica una pérdida de calidad en otros aspectos musicales. De hecho, podría reflejar un avance en la sofisticación de elementos como la técnica instrumental y la producción digital.
Desde Elvis en los años 50 hasta los Beatles y los Rolling Stones en los 60, y los Bee Gees, Elton John y Stevie Wonder en los 70, la música popular experimentó una evolución constante. Sin embargo, en 1975, con el surgimiento de nuevos géneros como la new wave y el rock de estadio, y luego en el 2000, hubo un marcado descenso en la complejidad melódica, aunque menos pronunciado que en el cambio de mediados del siglo XX.
¿Significa esto que la música del nuevo milenio es inferior? Los investigadores advierten contra esa interpretación. Hamilton y Pearce subrayan que su estudio no evalúa la calidad subjetiva de la música, sino que se centra en cambios objetivos en la estructura melódica basados en datos estadísticos limitados.
Mark Fisher, un destacado filósofo y crítico musical, reflexionó sobre este fenómeno antes de su fallecimiento en 2017, sugiriendo que la música más accesible podría ser un reflejo de nuestra era moderna, donde la velocidad de la cultura y el avance tecnológico influyen en nuestras preferencias artísticas.