La reciente detención de un dirigente opositor en Venezuela ha intensificado la tensión en el país, que sigue lidiando con las secuelas de las controvertidas elecciones presidenciales del 28 de julio. Las denuncias de fraude electoral han provocado protestas callejeras que, según organizaciones. Este viernes, la autoridad electoral venezolana confirmó el triunfo del presidente Nicolás Maduro en un segundo boletín, con un 52 por ciento de los votos frente al 43 por ciento obtenido por Edmundo González.
El dirigente detenido, Carreño, coordinador operativo nacional de Voluntad Popular (VP), había estado bajo arresto entre octubre de 2020 y octubre de 2023, enfrentando acusaciones de conspiración, tráfico ilícito y terrorismo. Su defensa ha desmentido estos cargos.
El martes pasado, otro destacado dirigente del partido Voluntad Popular, Freddy Superlano, fue arrestado. El fiscal general, Tarek William Saab, indicó el jueves que Superlano estaba “colaborando” con las autoridades en la investigación, aunque no se proporcionarán detalles específicos sobre la naturaleza de la colaboración ni las circunstancias del arresto.
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El caso de Roland Carreño había sido objeto de críticas por parte de una misión de expertos de las Naciones Unidas, que había documentado crímenes de lesa humanidad en Venezuela en relación con la represión de las protestas.