By Por María Carrillo
En una reciente entrevista con el Club Económico de Chicago, el candidato republicano Donald Trump reiteró su postura proteccionista al advertir que México “no va a vender ni un solo coche en Estados Unidos” si él regresa a la Casa Blanca. Trump aseguró que planea imponer aranceles “terribles” con el objetivo de “traer de vuelta” a las empresas automotrices al territorio estadounidense.
Trump destacó que “México es un desafío tremendo para nosotros en este momento” y señaló que China está construyendo fábricas de automóviles en México, lo que genera una competencia injusta para la industria estadounidense. Según Trump, la ubicación geográfica de México, cerca de la frontera, les otorga “todas las ventajas y ninguna de las desventajas” para vender automóviles en Estados Unidos sin restricciones.
El expresidente amenazó con imponer aranceles de entre el 100% y el 200%, o incluso más, en caso de ser necesario, con el fin de presionar a las empresas para que establezcan fábricas dentro de Estados Unidos. “Cuanto más alto sea el arancel, más probable es que las empresas decidan construir aquí en lugar de México”, declaró Trump.
Pese a sus promesas de impacto positivo, expertos advierten que una política arancelaria tan agresiva podría generar consecuencias negativas, como un aumento en los precios de los productos y una mayor inflación. Además, señalan que la implementación de aranceles tan elevados podría aumentar la deuda estadounidense y afectar gravemente a los consumidores.
