
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, reveló este martes un decomiso histórico de fentanilo en Nuevo México, vinculado directamente al Cártel de Sinaloa. En el operativo, también se confiscaron armas de fuego y se arrestaron a 16 personas, incluyendo al líder de la organización criminal.
Durante una conferencia de prensa, Bondi detalló que en el estado de Nuevo México se incautaron más de 3 millones de pastillas de fentanilo, 4 millones de dólares en efectivo, 75 libras de metanfetamina, 4.5 kilogramos de heroína, 7.5 kilogramos de cocaína, 11.5 kilogramos de fentanilo en polvo, 41 armas, algunas de ellas modificadas o “fantasmas”, y siete vehículos.
Este operativo, liderado por la DEA en colaboración con autoridades locales, se llevó a cabo en varios estados de EE. UU., incluyendo Nuevo México, Colorado, Nevada, Utah, Oregón y Arizona. Además de la incautación de drogas y dinero, las autoridades lograron la captura de 16 miembros del Cártel de Sinaloa, algunos de los cuales residían ilegalmente en el país.

La fiscal general destacó el impacto de esta operación, calificándola como “la victoria más significativa en la lucha contra el fentanilo y el narcotráfico”, al mismo tiempo que describió al Cártel de Sinaloa como una de las organizaciones más peligrosas en términos de tráfico de drogas y terrorismo extranjero.
Bondi subrayó que, debido a la magnitud de los decomisos y arrestos, muchos de los involucrados en esta operación enfrentan largas condenas en prisiones de máxima seguridad en EE. UU., incluida la posibilidad de ser encarcelados en instalaciones históricas como Alcatraz.
Este decomiso se considera uno de los mayores golpes al narcotráfico en la historia reciente y un paso significativo en la lucha contra el tráfico de fentanilo en el país.