Este miércoles dio inicio oficialmente el cónclave en el Vaticano para elegir al sucesor del fallecido Papa Francisco, conforme a lo estipulado por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada en 1996 por Juan Pablo II.
La jornada comenzó con una misa solemne en la basílica de San Pedro, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, quien hizo un firme llamado a mantener la unidad de la Iglesia. “La unidad es querida por Cristo; una unidad que no significa uniformidad, sino comunión profunda en la diversidad, en plena fidelidad al Evangelio”, expresó en su homilía.
Por la tarde, los cardenales electores, vestidos con hábito coral, se reunieron en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico para dirigirse en procesión hacia la Capilla Sixtina. Ante el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel, cada uno juró fidelidad y secreto con la mano sobre el Evangelio, dando inicio al ritual que se remonta a la Edad Media. El tradicional “extra omnes” marcó el cierre de las puertas, sellando el recinto del cónclave y excluyendo cualquier influencia externa.

La primera votación está prevista para esta tarde, aunque se anticipa que la elección del nuevo pontífice podría extenderse, ya que se requiere una mayoría de dos tercios entre los 117 cardenales electores.
Un momento inesperado generó especulaciones esta mañana cuando, durante el rito de la paz en la misa Pro eligendo pontifice, el cardenal Giovanni Battista Re deseó “suerte” al cardenal Pietro Parolin. El gesto fue captado en video y rápidamente se viralizó en redes sociales y medios italianos, alimentando rumores sobre la posibilidad de que Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano, se posicione como uno de los principales candidatos al papado.
Con los ojos del mundo puestos sobre la Capilla Sixtina, la Iglesia Católica se prepara para un nuevo capítulo en su historia.
Créditos New Vaticano