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Por Frida Rebollar.
La frágil tregua entre Israel y Hamás enfrenta una nueva crisis luego de que el gobierno israelí condicionara su continuidad a la liberación de tres rehenes israelíes antes del sábado.
Hamás, que había anunciado el aplazamiento del próximo intercambio de cautivos debido al supuesto incumplimiento de acuerdos por parte de Israel, ahora se encuentra en la mira de Tel Aviv, que amenaza con retomar los bombardeos si no se entregan a los rehenes en el plazo establecido.
El acuerdo de cese al fuego, vigente desde el 19 de enero, ha permitido la liberación de prisioneros de ambas partes, pero las últimas trabas en las negociaciones han puesto en peligro la estabilidad de la tregua.
Mediadores de Egipto y Qatar intervinieron en las conversaciones y lograron que Hamás reiterara su disposición a cumplir con el pacto. Sin embargo, la reciente ofensiva israelí contra un lanzacohetes en Gaza ha aumentado la incertidumbre.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha sido claro en su postura: si Hamás no entrega a los rehenes, “los combates se reanudarán con toda su intensidad”.
Desde Washington, el presidente Donald Trump también presionó para que se concretara la liberación de los cautivos y amenazó con duras represalias si no se cumple con este requisito.
La comunidad internacional observa con preocupación el deterioro del alto al fuego, mientras las partes involucradas mantienen una tensa negociación contrarreloj.