
El gobierno de Estados Unidos, a través de la Fiscalía del Distrito Occidental de Texas, presentó cargos formales contra tres ciudadanos mexicanos por presuntamente proporcionar apoyo material al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización que ha sido catalogada como grupo terrorista extranjero.
Los señalados son María del Rosario Navarro Sánchez, Luis Carlos Dávalos López y Gustavo Castro Medina, quienes enfrentan acusaciones por suministrar armamento —incluidas granadas— al CJNG, así como por su presunta participación en el tráfico de drogas, armas y personas hacia territorio estadounidense.

Esta acusación marca un hecho sin precedentes, ya que es la primera desde que, el 20 de febrero pasado, el entonces presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva en la que se designa a cinco cárteles mexicanos, incluido el CJNG, como organizaciones terroristas extranjeras.
Pam Bondi, fiscal general de Estados Unidos, declaró que “cárteles como el CJNG representan una amenaza significativa para la seguridad pública, no solo en México y Estados Unidos, sino a nivel internacional. Son responsables de miles de muertes y de sembrar el terror en comunidades enteras”.
El Departamento de Justicia estadounidense ha identificado al Cártel Jalisco Nueva Generación como una organización criminal transnacional involucrada en el tráfico de fentanilo, lavado de dinero, extorsión, cobro de cuotas a traficantes de migrantes, sobornos y otros actos de violencia e intimidación sistemática.