Violencia transfóbica en pleno Mes del Orgullo

Violencia transfóbica en pleno Mes del Orgullo

No basta con marchar: el ataque a Camila D. Aurora muestra que el orgullo sigue siendo resistencia

El reciente ataque contra la cineasta trans Camila D. Aurora y el actor Yeylan Torres en la Ciudad de México no solo es una tragedia personal, sino una radiografía cruda de la violencia estructural que enfrentan las personas trans en nuestro país. Que esto ocurriera en junio, el Mes del Orgullo LGBTQ+, no es solo irónico: es una herida abierta.

Un indignante suceso

Aurora, reconocida por su película Johanne Sacreblu fue interceptada junto a Torres por un hombre que ya los había acosado antes. Esta vez, los insultos escalaron a la violencia física. El saldo: miedo, trauma y una fractura nasal.

Lo que más duele, quizá, no es solo la agresión, sino el patrón repetido de inacción por parte de las autoridades. Aurora denunció que ya habían emitido quejas previas contra el agresor. ¿Por qué esperar a que alguien salga herido para actuar?

Declaración de Aurora

“Estoy con el alma… se me fue el alma del cuerpo cuando vi a Yeylan así”, dijo la directora en un video que ha conmovido y enfurecido a miles. Las redes sociales han reaccionado con contundencia, pero la justicia institucional sigue sin moverse con la misma rapidez.

Esta no es una historia aislada. Es un síntoma. En un país donde las personas trans siguen siendo blanco de discriminación, violencia y exclusión sistemática, cada agresión representa un fracaso colectivo. No basta con celebrar el Orgullo en las calles si seguimos permitiendo el odio en las banquetas.

Camila D. Aurora ha dejado claro que no se quedará en silencio. Su voz, tan potente en el cine como en la denuncia pública, nos recuerda que el arte también es trinchera. Y que la verdadera justicia no es solo castigar al agresor, sino transformar las estructuras que siguen legitimando el odio.

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