Este miércoles, los partidos que integran la coalición Sumar expresaron su desacuerdo con la decisión del Ejecutivo de no asistir a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, luego de que el rey Felipe VI no fuera invitado al evento. Aunque desde la dirección de Sumar se ha intentado evitar “hacer ruido” en torno a la polémica, fuentes internas no ocultan su incomodidad, ya que consideran que esta situación los coloca en una posición delicada.
El portavoz de Izquierda Unida, Enrique Santiago, criticó la postura de la monarquía española al considerar que es una “carga anacrónica” que genera problemas diplomáticos. “Es un mal ejemplo de diplomacia exigir al anfitrión a quién debe invitar a su casa”, afirmó Santiago.
Por su parte, el presidente Pedro Sánchez, desde Nueva York, calificó de “inaceptable” la exclusión del jefe de Estado de España de la ceremonia, subrayando la importancia de mantener las relaciones diplomáticas en términos de respeto.
En otro tema, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, reprochó al Ejecutivo por retirar del Congreso la votación sobre la senda de estabilidad, una medida clave para la aprobación de los Presupuestos. Gamarra acusó al Gobierno de “dar la espantada” al no contar con el respaldo de Junts.