Por Valeria Vázquez
El escenario del Corona Capital vibró como nunca gracias a la imparable energía de Iggy Pop. El icónico músico, conocido como el “Padrino del Punk”, dejó claro que ni los años ni las tendencias han apagado su espíritu rebelde.
Desde el momento en que lanzó su chaleco al público y se quedó con su característico collar de plata, Iggy puso en marcha un espectáculo explosivo que dejó a los asistentes boquiabiertos. Con movimientos enérgicos y un carisma arrollador, superó a músicos mucho más jóvenes que compartieron escenario durante los días previos.
Una de las sorpresas más aclamadas fue la orquesta que lo acompañó, con trombones, trompetas y un teclado que dieron un giro fresco a su estilo clásico. Incluso los asistentes mayores, muchos de los cuales seguían al rockero desde sus inicios, se dejaron llevar por la euforia. “Es increíble cómo Iggy mantiene viva la esencia del punk mientras conecta con todos, sin importar la edad”, mencionó un fan emocionado.
Iggy Pop se aseguró de que su nombre quedara grabado como uno de los momentos más impactantes del festival, demostrando que el punk sigue más vivo que nunca en sus venas.