By Por María Carrillo
El Lago de los Lirios, ubicado en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, se convierte nuevamente en el destino temporal de los pelícanos blancos americanos que migran desde Canadá y el norte de Estados Unidos. Este fenómeno natural, que ocurre cada año entre noviembre y marzo, marca el inicio de la temporada migratoria de estas majestuosas aves, que buscan refugio en climas más cálidos durante el invierno.
Un espectáculo natural que impulsa la conservación
Martín Solano, ecólogo de fauna silvestre y residente de Bosques del Lago, explica que la llegada de los pelícanos no solo es un fenómeno biológico, sino también un llamado a la conservación. Comunidades de fraccionamientos cercanos, como Cumbria, Atlanta y Arcos del Alba, participan activamente en jornadas de limpieza para preservar el Lago de los Lirios, una tarea esencial ante el reto de la contaminación.
Se estima que el número de pelícanos ha disminuido en un 50% en los últimos años debido a la contaminación en los cuerpos de agua de la región. A pesar de ello, las aves continúan llegando, atraídas por las condiciones de tranquilidad y la disponibilidad de alimento, como peces que abundan en los lagos cercanos.
La importancia de los ecosistemas locales
Además del Lago de los Lirios, la Presa de Guadalupe es otro punto de descanso para los pelícanos. Ambos sitios son cruciales en su ruta migratoria, ofreciendo refugio y alimento tras recorrer grandes distancias. Sin embargo, la preservación de estos ecosistemas depende de un esfuerzo coordinado entre ciudadanos y autoridades.
Solano invita a los habitantes de la región a presenciar este espectáculo único, destacando que la migración de los pelícanos conecta a las personas con los ciclos naturales de la vida silvestre y subraya la necesidad de proteger los espacios naturales del Valle de México.
La amenaza de la contaminación
Aunque los pelícanos son aves resilientes, la contaminación de los lagos puede impactar gravemente su salud y la de otras especies que dependen de estos ecosistemas. Solano hace un llamado a las autoridades locales, estatales y federales para intensificar los esfuerzos de limpieza y conservación, garantizando que los pelícanos y otras especies sigan encontrando un refugio seguro en la región.
Un atractivo turístico y educativo
La llegada de los pelícanos al Lago de los Lirios no solo representa un evento natural impresionante, sino también una oportunidad para impulsar el turismo ecológico y la educación ambiental en Cuautitlán Izcalli. Los visitantes pueden disfrutar del avistamiento de estas aves mientras reflexionan sobre la importancia de cuidar y preservar los recursos naturales.
