Por María Carrillo
La reciente deportación de Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo y creador de Los Zetas, marca un nuevo episodio en la lucha contra el crimen organizado entre México y Estados Unidos. Tras cumplir una condena de 14 años en una prisión estadounidense, Cárdenas Guillén fue entregado a las autoridades mexicanas para enfrentar múltiples cargos.
Al respecto, Ken Salazar, embajador saliente de Estados Unidos en México, enfatizó que, aunque se han logrado avances, todavía queda mucho por hacer en materia de seguridad.
“La seguridad es una prioridad”, afirma Ken Salazar
Durante su acto de despedida como embajador, Salazar aprovechó la ocasión para referirse a la reciente deportación de Osiel Cárdenas Guillén. “La seguridad ha sido una prioridad para nosotros. Hemos hecho un esfuerzo grande, pero todavía falta mucho por hacer. El pueblo de México merece vivir sin miedo, y en Estados Unidos también tenemos ese derecho”, señaló el diplomático.
Asimismo, expresó su confianza en que ambos países seguirán colaborando estrechamente para garantizar la seguridad y enfrentar los desafíos que representa el crimen organizado.
Osiel Cárdenas enfrenta nuevos cargos en México
Tras su llegada al país, Cárdenas Guillén fue ingresado al Penal del Altiplano, en el Estado de México, donde enfrentará una serie de cargos pendientes, entre ellos:
- Delincuencia organizada.
- Delitos contra la salud.
- Homicidio calificado.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), encabezada por Alejandro Gertz Manero, el exlíder del Cártel del Golfo tiene en su contra al menos tres órdenes de aprehensión adicionales y siete procesos penales federales reactivados. Estas acusaciones podrían derivar en una condena acumulada de hasta 730 años de prisión, dependiendo de las resoluciones judiciales.
Cooperación bilateral en seguridad
La deportación de Osiel Cárdenas se suma a los esfuerzos conjuntos de México y Estados Unidos para combatir el narcotráfico y desarticular organizaciones criminales transnacionales. Sin embargo, como destacó Ken Salazar, el caso evidencia la necesidad de fortalecer la cooperación en materia de seguridad y justicia.
El embajador saliente concluyó su participación resaltando el optimismo sobre el futuro de las relaciones entre ambas naciones: “Hemos construido bases sólidas y estoy seguro de que seguiremos avanzando como socios estratégicos”.