Si alguna vez has comido en una fonda o restaurante económico en México, seguramente has escuchado el término “comida corrida”. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué se llama así?
El nombre tiene su origen en los restaurantes que, desde hace décadas, ofrecían menús rápidos y completos para trabajadores y oficinistas. La idea era servir la comida sin interrupciones, plato tras plato, para que los clientes terminaran su almuerzo en poco tiempo y regresaran a sus actividades.

Este sistema se volvió popular en el siglo XX, cuando muchas personas buscaban opciones accesibles y rápidas. Con el tiempo, las fondas se convirtieron en un pilar de la gastronomía mexicana, ofreciendo comida casera con un toque tradicional.
Aunque los tiempos han cambiado, la comida corrida sigue siendo una opción favorita de muchos, conservando su esencia de rapidez, economía y sabor. Ahora que conoces su historia, ¿seguirás llamándola igual?