Por Samantha Guerrero
Este miércoles, los alumnos del Tecnológico de Estudios Superiores de Chalco (TESCH) protagonizaron una protesta que paralizó la carretera Candelaria-Tlapala y tomó las instalaciones del plantel. Su demanda principal: la intervención urgente de las autoridades municipales para abordar la alarmante ola de violencia y asaltos que afecta a la comunidad estudiantil.
Detalles de la Protesta
Desde las 07:00 horas, los estudiantes bloquearon el tráfico en ambas direcciones de la carretera, utilizando motocicletas como barreras. La movilización se extendió por casi siete horas, con pancartas que expresaban su descontento, como “¿Están esperando a que haya alumnos muertos?” y “Chalco es zona roja en asaltos, secuestros y homicidios”. Esta acción contundente refleja la desesperación y la urgencia de sus reclamos.
Un Entorno Inseguro
Los estudiantes han sido víctimas de al menos cinco asaltos en las últimas dos semanas, lo que ha generado un clima de inseguridad palpable. Un incidente reciente involucró a un alumno que fue asaltado y herido con un arma de fuego en una gasolinera frente a la institución. La falta de vigilancia efectiva por parte de las autoridades ha dejado a los estudiantes sintiéndose vulnerables, incluso durante el día.
Demandas y Respuestas
Padres de familia y estudiantes expresaron su frustración ante la inacción de las autoridades, a pesar de las denuncias previas. Durante la protesta, representantes del alumnado se reunieron con funcionarios del gobierno municipal y estatal, buscando establecer un diálogo que garantice medidas de seguridad efectivas.
Los estudiantes han dejado claro que no reanudarán sus actividades académicas hasta que se implementen acciones concretas para salvaguardar su seguridad y bienestar.
Una Llamada a la Acción
La situación en Chalco resalta un problema más amplio que afecta a muchas comunidades en México. Los jóvenes del TESCH están decididos a alzar su voz, buscando un cambio tangible en su entorno. La presión sobre las autoridades se intensifica, y la comunidad sigue de cerca el desarrollo de estos eventos.
La exigencia de seguridad no es solo un derecho fundamental, sino una necesidad urgente. La lucha de estos estudiantes es un llamado a la acción para todos aquellos que tienen el poder de transformar esta realidad.