Por María Carrillo
Estrés y gastritis en la infancia: cómo afecta el bienestar emocional a la salud digestiva de los niños
La gastritis, comúnmente asociada con adultos, afecta cada vez más a niños, quienes presentan síntomas similares de inflamación en el revestimiento del estómago. Este problema digestivo puede tener diversas causas, desde factores orgánicos hasta influencias emocionales, como el estrés y la ansiedad, los cuales desempeñan un papel crucial en la salud general de los más pequeños.
Causas de la gastritis infantil: factores orgánicos y emocionales
La gastritis infantil puede originarse por el uso de ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), y por infecciones bacterianas, como Helicobacter pylori, un microorganismo que afecta la mucosa gástrica y se encuentra en aproximadamente el 80% de la población mundial. Esta bacteria es una de las principales causas de gastritis en niños y, en caso de no tratarse, puede derivar en úlceras y otras complicaciones graves a largo plazo.
Estrés infantil y su impacto en la salud digestiva
El estrés y la ansiedad influyen de manera significativa en la salud digestiva de los niños. De acuerdo con el Dr. Rodrigo Vázquez, gastroenterólogo pediátrico, el eje cerebro-intestino-microbiota es un vínculo vital que refleja cómo el estrés emocional puede alterar la función digestiva. Los problemas escolares, familiares o sociales que causan estrés en los niños pueden desatar síntomas como dolor abdominal, náuseas y cambios en el apetito.
El Dr. Vázquez destaca la importancia de que los padres estén atentos a estas señales de estrés y busquen ayuda profesional, ya que técnicas de manejo emocional pueden prevenir que los efectos del estrés afecten la salud física de los niños.
Alimentación saludable: clave para prevenir la gastritis
Uno de los aspectos fundamentales en la prevención de la gastritis infantil es la alimentación. Según el Dr. Vázquez, una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y alimentos con fibra, fortalece la microbiota intestinal y protege contra la gastritis. Por el contrario, una dieta alta en grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados puede desestabilizar el sistema digestivo y aumentar la probabilidad de desarrollar gastritis.
Diagnóstico temprano de la gastritis: pasos y opciones
Ante la sospecha de gastritis, es esencial buscar atención médica especializada. El diagnóstico puede incluir métodos no invasivos, como la prueba de urea espirada para detectar la bacteria Helicobacter pylori, o procedimientos más complejos como la endoscopia en casos específicos. La detección temprana permite tomar medidas preventivas y tratar el problema antes de que se agrave.
Complicaciones de una gastritis no tratada: una preocupación a largo plazo
Sin tratamiento, la gastritis puede desencadenar complicaciones serias, desde úlceras gástricas hasta trastornos digestivos crónicos. Aunque el riesgo de cáncer gástrico en niños es bajo, un tratamiento oportuno puede evitar complicaciones en el futuro y asegurar un desarrollo saludable.
La gastritis infantil es un problema de salud que requiere un enfoque integral que abarque la alimentación, el diagnóstico temprano y el manejo del estrés. Los padres pueden contribuir al bienestar emocional y digestivo de sus hijos promoviendo un ambiente positivo y buscando ayuda profesional ante cualquier señal de estrés o malestar digestivo.