By Por Paula García
La alcaldía de Iztacalco, bajo la dirección de la alcaldesa Lourdes Paz Reyes, ha implementado una campaña integral para erradicar los tiraderos clandestinos en la demarcación. Esta iniciativa, aprobada por unanimidad durante la Tercera Sesión Ordinaria del Concejo de la Alcaldía, busca enfrentar un problema que afecta tanto la salud pública como la imagen urbana de la comunidad.
Estrategia para un cambio permanente
La campaña se basa en tres pilares fundamentales:
- Corresponsabilidad ciudadana: Fomentar la participación activa de las y los vecinos para prevenir la acumulación de desechos.
- Colaboración del personal de la alcaldía: Trabajadores serán clave en la limpieza, mantenimiento y vigilancia de espacios públicos.
- Construcción en comunidad: Promover la unión vecinal para mantener un entorno limpio y seguro.
“La ciudad más limpia no es la que más se barre, sino aquella donde menos se tira basura”, destacó Lourdes Paz al presentar el proyecto.
Concientización y sanciones
La campaña incluye diversas medidas para garantizar su éxito:
- Educación ambiental: Creación de brigadas escolares para sensibilizar a las nuevas generaciones sobre el impacto de los tiraderos clandestinos.
- Difusión de sanciones: Informar a la ciudadanía sobre las multas aplicables a quienes incumplan las normas de recolección de basura.
- Programas de reciclaje: Implementación de acciones como el reciclaje de árboles navideños, que se anunciarán próximamente.
Llamado a la acción
La alcaldesa hizo un llamado a la población para utilizar únicamente los carritos y camiones recolectores autorizados. Además, invitó a las y los vecinos a unirse a las acciones de concientización y vigilancia, asegurando que con la colaboración de todos se logrará un Iztacalco más limpio.
“Somos más los que queremos un Iztacalco sin basureros clandestinos. Con esta campaña lograremos un cambio positivo para nuestra comunidad”, afirmó Lourdes Paz.
Un cambio que beneficia a todas y todos
Erradicar los tiraderos clandestinos no solo mejorará la calidad de vida de las familias iztacalquenses, sino que también reducirá riesgos sanitarios y fomentará la construcción de espacios públicos seguros y funcionales.
