By James Cameron no planeaba continuar la saga de Terminator, pero el éxito de la primera entrega y la insistencia de Arnold Schwarzenegger lo llevaron a escribir el guion de Terminator 2: Judgment Day en tiempo récord. Sin embargo, la ambición del proyecto chocó con la realidad del presupuesto, lo que obligó a eliminar escenas clave, como una inicial de nueve minutos que mostraba una máquina temporal en el año 2029.
La solución llegó por accidente. Poco antes de grabar la escena inicial, un guardia de seguridad descontento incendió parte de las instalaciones de Universal Studios. En lugar de lamentar el desastre, el equipo lo aprovechó para recrear el ambiente de guerra postapocalíptica que necesitaban. Así, los coches quemados y los escombros que vemos en pantalla surgieron del caos real.
El rodaje no fue menos caótico. Cameron, bajo presión, se ganó una reputación de tirano en el set, tanto que los miembros del equipo bromeaban con camisetas que decían: “No puedes asustarme. Trabajo para Jim Cameron”. Sin embargo, su perfeccionismo rindió frutos, y la película no solo cautivó al público, sino que obtuvo cuatro premios Óscar. A pesar de este reconocimiento, la Academia no se atrevió a nominarla a Mejor Película, demostrando lo que muchos consideran un prejuicio contra el cine de ciencia ficción.
